Amigos rdm, hace días que me resisto a compartir un cuento sobre un gato ortodoxo y no heterodoxo. Pero en estos dos últimos días he pensado que lo debo compartir…xq todos los «cuentos» tienen su mensaje, aunque a veces, algunos nos parezcan una simpleza. Ya sabéis que los cuentos provienen de la sabiduría popular y no pertenecen a nadie sino que cada uno «lo cuenta» a su modo y según la audiencia que tiene. Así sucede desde la noche de los tiempos: los auténticos «cuentos» se suscitan o recuerdan y adaptan según las audiencias. Por eso nunca hubo el archifamoso Las mil y una noches. Sino que esa expresión en árabe es como los dichos: «no cabía ni un alfiler», «de bote en bote», «estaba la mani a reventar», «me quedé helado», «nos dieron las mil y una charlando» «pienso en ti a todas horas» o «no puedo dejar de pensar en ti» o cien mil expresiones en las diversas lenguas.
Los cuentos de los que me ocupo provienen de la sabiduría oriental y desde sus diferentes convicciones: origen hindú, vedanta, círculo polar ártico, chino, japonés, «del desierto», de tradiciones africanas, judíos, judíos sefardíes y sobre todo judíos enraizados en Europa durante siglos…Lo mismo pasa cuando nos atrevamos a abordar las tradiciones africanas o las de diversas etnias de indios americanos, de gitanos etc etc. Eso sin ir a ese mundo maravilloso de las fábulas, de las leyendas y sobre todo de las grandes … del mundo griego, romano y transformadas desde Adriano por la influencia de los pueblos «bárbaros» (ojo con esta expresión) pero, para gran parte de la sabiduría humana, indo europea, los mitos fabulosos de los griegos… ahí hay un caudal que fascina y sin el cual no se puede uno comprender a sí mismo, ni a la influencia de religiones greco romanas judías mesopotámicas araboislámicas y una profunda sabiduría que circula por nuestras mentes, lenguajes, gestos, dichos, arte universal, dramas inmortales… ¡Jobar que parece que estamos en clase y me he ido del tema!!, ¿recuerdan..»¿dónde estábamos?»
He aquí el «cuento»…»de marras» ¿a ver si sabeis de donde proviene esto de «marras». Ah y ya sabéis «doxa» no significa más que «opinión»
Gato ortodoxo
Un gato pasó por casualidad junto a una asamblea de perros cuyo líder oraba entusiasmado:
– ¡Hermanos! Recemos juntos, guardemos los ritos y obtendremos del Gran Dios Perro que nos envíe sabrosos y abundantes huesos!
– ¡De gato, si puede ser! , -exclamó un feligrés despistado.
– ¡Impío!, – le espetó el Gran Sacerdote de la Orden de los Perros-. ¡No pongas límites a su misericordia infinita! ¡Él bien sabe lo que tiene que enviarnos y su gloria se manifiesta en la diversidad!
– ¡Amén!, – ladró la Asamblea con fervor.
El gato se alejó de allí, abochornado y lleno de dignidad, diciéndose:
– ¡Estúpidos idólatras, infieles ignorantes, salvajes! ¿Cómo es posible que le recen a ese dios de paganos incivilizados y no al verdadero Gran Dios Gato? ¡Y, encima, le piden huesos en vez de ratones!
Muchos dedos pueden señalar la luna, pero ésta es sólo una.
Al igual que se puede reflejar en mil charcos, ríos y mares, pero sólo es una.
Un divertido ejercicio consiste en abrir la mente y tratar de comprender la diversidad de formas en que se expresa la vida. Acoger sin excluir, mientras acudimos a compartir sus necesidades. A eso se denomina cooperación, «sinergein», en griego. Sembrar juntos en la misma arada.
José Carlos Gª Fajardo,rdm