Tengo 68 años. Soy Óscar Frese, médico de Monterrey, México. Catedrático de Medicina en TecSalud. Estoy casado y tengo tres hijos y cuatro nietos. Soy un liberal respetuoso.
¿A qué edad nos morimos?
– A los 82 años las mujeres, a los 79 años los hombres. Pero se puede prolongar esta edad con calidad de vida, mejorando alimentación, hábito de actividad física y manejando el estrés. Se trata de llegar a ese final sin depender de otros.
– Sin molestar.
¡Eso es ser generoso! Cuidarse y prepararse para no molestar a los demás. «Envejece bien, quien ha vivido bien», dijo Pitágoras. Y vives bien si piensas en los demás.
– ¿Qué es envejecer?
– Ir perdiendo capacidad es envejecer, pero mientras puedas valerte… ¡envejeces bien!
– Pues envejezco bien.
– Es el envejecimiento normal: vas adaptándote a paulatinas pérdidas. ¡Lo indeseable es el envejecimiento patológico!
¿Qué es un envejecimiento patológico?
– Un envejecimiento prematuro que te conduce a la dependencia.
– ¿Es muy frecuente?
– Se da en el 12% de los mayores de 65 años: consume muchos recursos públicos.
– ¿Qué ocasiona ese envejecimiento prematuro?
– Una enfermedad acelerada… o que esa persona no se haya cuidado bien. ¡Y esto depende de cada uno, es perfectamente evitable!
– No tanto si soy pobre…
– Es verdad que el poder económico y un buen sistema sanitario público palían el envejecimiento prematuro. ¡Pero hay muchas otras cosas que puedes hacer!
– Le escucho.
– Haz ejercicio. Come de todo, en horas regulares y poca cantidad. Evita el sobrepeso. Duerme siete horas. No fumes ni te intoxiques. Mantén la presión arterial entre 8 y 12. (80/120). Mantén el colesterol malo bajo…
– Factores fisiológicos y psicológicos: hay circunstancias que pueden envejecerte mucho, como la muerte de un ser querido, el desempleo, las penurias económicas…
– Procura mantener siempre una actitud activa y positiva. Sonreír, reír. ¡Un día no reído es un día perdido!
– Otro consejo.
– Cultiva tus amistades. Construye tu propia red social. Será tu soporte cuando seas mayor. ¡Esto es fundamental!
– ¿Por qué?
– Porque la soledad es la peor compañera: ensimisma, entristece, deprime, produce erosión cognitiva… ¡Te envejece!
– ¿Tener amigos rejuvenece, pues?
– Sí. Y también tener siempre un proyecto: estudiar algo, practicar un deporte…Colaborar en una actividad solidaria.
– ¿Envejeces mejor si eres solidario?
– Sí, porque eso genera paz interior, tranquiliza el ánimo, te sientes bien íntimamente. ¡Trata bien a la gente de tu entorno, sé amable! Una mala cara no soluciona nada.
– ¿Por qué se da entre ancianos el síndrome de Diógenes?
– Acumulan como si así fuesen a vivir más. La lección es que sólo existe el presente: ¡vive el día de hoy! («Carpe diem»). «Con la mochila ligera».
– ¿Con pocas cosas?
– Sí, y en un espacio sencillo, luminoso, alegre, cómodo. No recargado.
¿Cómo juegan amor y sexo en la vejez?
– El amor es imprescindible: permite vivir más intensamente. Importa la complicidad en la pareja, la ternura, ¡y tocarse…! El sexo puede expresarse en una caricia, un beso, no en aquel que tuvimos.
– Cite un peligro al acecho del anciano.
– Una caída. El anciano arrastra los pies… y ahí está la alfombra. ¡Fuera alfombras! Y desniveles, escalones, bañeras. El plato de la ducha debe estar al ras del suelo.
– ¿Por qué es tan peligrosa la caída?
– A esas edades, una operación por rotura de fémur comporta riesgo de infección hospitalaria, urinaria, respiratoria, fiebre… y entrar en la cascada de la dependencia.
– Prevengamos caídas, pues.
– Calzado cómodo. Al levantarse, hacerlo despacio para evitar cambios de presión y mareos. Debe haber empuñaduras en el baño.
– ¿Jubilarse envejece?
– Sólo si esperas reconocimientos, recompensas, visibilidad: hay que acogerse a la propia red de amigos. Y no sentirse un estorbo ni caer en el «síndrome del mayordomo».
– Explíquese.
– No permitir que te haga nadie tus gestiones: ¡preserva tu autonomía! Y vive en tu propio espacio o estorbarás. Y sufrirás: eso envejece. Por mucho que te quieran y te adoren… procura cuidarte tú.
– Algunos se deprimen al constatar su decadencia física.
– Preocuparse demasiado de la apariencia externa es infructuoso: lo mejor es velar por el interior, por un espíritu activo y positivo.
– ¿Cómo prepara usted su vejez?
– Voy despejando todo lo que pueda estresarme y me pregunto: «¿Qué quiero hacer?».
– ¿Y qué se responde?
– Seguir recibiendo a pacientes y ayudar a otros con mi experiencia.
– Resuma qué hacer para envejecer bien.
– Cuida de la propia salud, mima a la red de amigos, sé optimista, sé solidario, respeta a la gente del entorno. Y déjalo todo planificado para tu final: ceremonia, entierro, testamento. Dejar eso a los que se quedan es egoísta. Que nadie tenga que estresarse por tu causa ¡es la máxima generosidad!
Dr. Óscar Frese Escutia
Especialista en Medicina Interna