Hace 20 años, Gaceta Complutense, el antecedente de esta Tribuna, preguntaba al profesor García Fajardo los motivos que le llevaron a levantar Solidarios. «¿Qué por qué me metí en esto? -se repitió a sí mismo la pregunta- Porque yo explico Historia del Pensamiento Económico, Político y Social, explico el socialismo real, el desastre del capitalismo salvaje, la situación de que hay 29 países del Norte ricos y 160 pobres… Y yo no podía colaborar con esa injusticia. Además de protestar y quejarme, decidí hacer algo», concluyó su respuesta.
Han pasado 20 años más, y el profesor Fajardo ya hace bastante tiempo que dio el relevo en la presidencia de Solidarios a su alumno Cristóbal. Hace poco la vida le dio un susto, pero no pudo con él. Ya no va cada día a su querida Cantarranas ni puede seguir dando caña a la compostera. Los días los pasa en su casa, pero como no es persona de estarse quieta, y menos intelectualmente, ha creado un grupo de google en el que ha incluido a 400 contactos, la mayoría con pasado o presente en Solidarios. Al grupo le ha llamado RDM, Robadores de Momentos. Allí, una o dos veces al día, sigue lanzando sus reflexiones. Normalmente se inspira en libros que relee, aunque la actualidad, la injusticia que ahí sigue, le obliga a protestar, a quejarse, a seguir haciendo algo. Su gran obra, Solidarios, Solidarios para el Desarrollo como se denominó hace 30 años, sigue viva y haciendo más que algo, mucho, y como siempre de la mano de su Universidad, la Complutense. “Seguimos”, le gusta despedirse al profesor.
Pon tu comentario
José Carlos García Fajardo – 15-07-2018 – 14:15:57h
Me ha emocionado y gustado su redacción periodística, y el afecto con el que ha sido escrita. Y como nosotros decimos… seguimos. Cada uno desde su situación personal y compartiendo saberes por los medios a su alcance. El tiempo, para nosotros, no existe… lo vamos haciendo.
Me ha alegrado mucho y a mi mujer también, que sigue como desde el principio sosteniéndonos, lo que no ha sido ni sigue siendo fácil. Un brindis por ella y por Alfonso, nuestro hijo, que sigue siendo un ejemplo de humanidad y de eficiencia. Y otro para Cristóbal que me sigue desde sus 18 años..¡qué paciencia conmigo! pero, a veces, me sosiego pensando que si no hubiera sido por mi carácter, impaciencia y entrega no sé si hoy seguiría aquí, con el arado en las ya viejas manos y ¿por qué no decirlo? con la paciencia de aguantarme a mí mismo, tal como soy y he sido… xq nadie me pidió permiso para nacer así y por ello no temo a lo que haya de suceder al consumir mis días. Un abrazo fuerte a todos y seguiremos.
José Carlos Gª Fajardo, Profesor Emérito U.C.M