Si tu amor no es acogido y se transforma en vana súplica en recompensa de tu fidelidad y no tienes la fuerza de alma para callarte, entonces, si hay un médico hazte curar. Porque es preciso no confundir el amor con la esclavitud del corazón. El amor que solicita es bello; pero aquél que suplica es propio de un criado.
«Ciudadela» (1948)
Si tu amor no espera ser acogido debes callarte. Puede alentar en ti si es silencio. Porque crea una dirección en el mundo y toda dirección te aumenta cuando te permite aproximarte, alejarte, entrar, salir, hallar, perder. Porque eres el que debe vivir.
«Ciudadela» (1948)