He elegido la luz antes que la oscuridad sin sueños, destruyendo mi lugar en el mundo. Y lo que es aun más doloroso, he elegido la luz antes que la región penumbrosa de las visiones y ambigüedades indeterminadas, ese reino donde la decisión era imposible y me deleitaba examinando infinitas posibilidades de elección. Abandonar esos amados fantasmas, esos incalculables poderes, fue el mayor dolor, pero de ellos he vivido, observando con intensidad cada vez mayor el llameante disco de fuego que es tanto el símbolo como la fuente de esa realidad que he aceptado del todo, a pesar del seguro dominio, en la eternidad, de esa otra, la realidad oscura. Pero ahora, a medida que mi tiempo personal empieza a desvanecerse, a medida que el viento del desierto cobra intensidad, borrando las huellas en la arena, trataré de evocar la verdadera imagen del que usurpó con aplauso las vestiduras largo tiempo abandonadas de la profecía, triunfando al fin a través de la muerte ritual y convirtiéndose, para quienes ven el universo en los seres humanos, en esa solemne idea a la que todavía se designa con un nombre antiguo y resonante: dios.
Gore Vidal
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Frases de «Mesías» (1955) Frases de Gore Vidal