Cuántos seres humanos necesarios levando anclas rumbo al Oriente Eterno, ahondando en nosotros ese sentimiento de orfandad que, como individuos y especie, a veces nos abre un surco en nuestra alma.
Los valores aportados por los pensadores, filósofos, creadores, hay que amarrarlos. Hay que hacer públicos esos anclajes de lo humano, hay que apostar por ello. Somos un anillo más de la cadena, aportando nuestro granito de arena en la transmisión y protección del valioso legado de nuestros Maestros y Hermanos mayores.
Que la suave brisa del mar empuje tus velas en tu viaje de retorno … Hermano Zygmu