– A su muerte, ¿cómo preferiría que le recordaran: como médico, como artista
o como hombre humanista y polifacético?
Y Juan Antonio contestó:
– Le va a extrañar pero me tiene absolutamente sin cuidado. Mi madre
nos decía a sus hijos que “quería que no le diésemos disgustos en vida y
que no le lleváramos después flores al cementerio”. Y yo quiero que hagan
lo mismo conmigo. Me interesa mucho que me recuerden mi familia y mis
amigos, las personas que me han querido, y que me recuerden con cariño
por lo bien que me haya podido portar con ellos. La popularidad me interesa
ahora que estoy vivo, después de muerto me tiene totalmente sin cuidado.
J.A. Vallejo-Nágera, J.L. Olaizola. La puerta de la esperanza
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