Este lugar es para el corazón. Está vacío, pero es difícil de llenar
a pesar de ser tan pequeño.
Hay una parte del corazón del viajero que se queda allí.
Otra, que acompaña a los amigos cuando uno no viaja solo.
También hay otra que regresa con el viajero para contar lo que sintió y vivió.
Pero hay una última parte, esa parte que cada vez que se contempla
ayuda a viajar con la mente.
Esa es la parte que debe ser colocada allí.
Y para cada uno es una cosa diferente.
J. L. Dacal